A pesar de su amplio abanico de aplicaciones, el mercurio es un elemento que hoy en día poco a poco se está abandonando debido a su toxicidad. De hecho, la OMS (Organización Mundial de la Salud) considera que el mercurio es una de las 10 sustancias químicas de extrema preocupación para la salud pública. El peligro del mercurio reside en el hecho de que su uso, especialmente en procesos industriales, puede transformarlo fácilmente en vapor de mercurio . Estos vapores están reconocidos como extremadamente tóxicos para los humanos y clasificados como neurotóxicos, citotóxicos, mutagénicos, reprotóxicos y cancerígenos.
La exposición crónica a los vapores de mercurio , la inhalación de bajas concentraciones de vapores de Hg durante un largo período, deteriora el sistema nervioso y provoca numerosos efectos nocivos para la salud: fatiga, fiebre, dolores de cabeza, problemas de memoria, temblores, insuficiencia renal. La exposición al vapor de mercurio en grandes cantidades provoca una intoxicación aguda grave que puede provocar la muerte por encefalitis y hemorragia pulmonar.